martes, 4 de enero de 2011

Prepara tus propósitos 2011

Con la llegada de un Nuevo Año, parecen abrirse automáticamente la posibilidad y la expectativa de un cambio. Algo termina y algo empieza y esa sensación de final y principio de ciclo nos acerca más a la oportunidad de transformación: nos planteamos nuevas metas y nos proponemos reemplazar los hábitos nocivos por otros saludables y mejorar algunos malos habitos de nuestra vida.

Los expertos mencionan una serie de consejos y estrategias sencillas y eficaces para perseverar en los propósitos y no abandonar en el intento.




Tu puedes lograrlo


El primer paso para lograr algo consiste en cultivar el concepto de auto-eficacia, es decir las expectativas y la confianza en uno mismo, en que uno es capaz de enfrentarse con éxito a diferentes situaciones. Ésta es la gran llave para prevenir las recaídas en los viejos hábitos y la inercia. Cuando uno se siente auto-eficaz, se percibe a sí mismo en posesión del control de su vida control: se convence del poder de su propia mente y de sus potenciales internos.




Dejar de ser sedentario


Entre el trabajo y la vida social es necesario hacer un campo para realizar alguna actividad física. El ejercicio diario es importante, pero no sólo tres o cuatro veces a la semana, sino todos los días durante al menos 30 minutos.

Entre otros beneficios, el ejercicio consume el azúcar extra en la sangre, por lo que la persona puede tener niveles normales. Además de esto, te mantiene en forma y es una herramienta positiva para bajar de peso, siempre y cuando se realice con una dieta balanceada guiada por un especialista.



Cuestiona frases que te dices a ti mismo


¿Te repites que no eres capaz, que nunca lo conseguirás, que es imposible? Estos pensamientos ocurren de forma casi automática, pero no existen razones evidentes para sostener esos puntos de vista. Escribe las ideas negativas que te vienen en esas situaciones que te causan ansiedad o malestar y evalúa la situación de una forma más racional.



Prueba algo diferente


Deja de lado todo aquello que has intentado para solucionar tu problema o conseguir tu meta y que no te haya funcionado. Al hacer más de lo mismo lo único que consigues es perpetuar ese problema. En lugar de ceñirte siempre al sentido común es más práctico preguntarte a tí mismo: ¿qué es lo que hice bien en el pasado y que realmente funcionó?



No busques la perfección



Acepta que puede haber fracasos, pero éstos son solamente algo molesto, no significan que nunca más tendrás éxito. Suponen aceptar que es una persona con fallos: un ser humano. No te critiques ni castigues por ello porque es algo completamente inútil, destructivo y te aleja de conseguir tus metas.



Fíjate en la meta



Por más favorable y positivo que sea tu propósito, no basta con enunciarlo: tienes un camino que recorrer para llegar a conseguirlo. Mira los pasos que debes dar y los tiempos que te llevará cumplir cada uno de ellos. Toda meta requiere un esfuerzo que hay que programar, con plazos y una inversión de tiempo, energía y dinero. Analiza con qué recursos cuentas o debes conseguir para conseguir el fin que persigues, y dispónlo en un marco temporal adecuado.



Persigue los fines



Los objetivos deben ser realistas, estar dentro de la propia capacidad, y poder lograrse con los recursos que se tienen o puedan obtener. De lo contrario corres el riesgo de embarcarte en un sueño o hacer magia. Pero tarde o temprano despiertas viendo que no se pueden conseguir. Además es bueno poder verificar los avances que se van haciendo paso a paso, para reforzar el ánimo y el empeño.



Cuidar la salud



El estilo de vida actual, el estrés, la mala alimentación y el sedentarismo afectan la salud y son factores detonantes para enfermedades. Es importante reducir el consumo de sodio (sal) para mantener niveles óptimos de presión arterial; llevar una alimentación balanceada que incluya disminuir el consumo de grasas saturadas, como la carne roja, los embutidos, los productos lácteos y derivados; incluir frutas en la dieta, y hacer del ejercicio un hábito, mínimo 30 minutos al día.



Concédete un premio



Cada vez que emitas una respuesta adecuada, por ejemplo dejar de fumar un cigarrillo o tomar la comida de la dieta para adelgazar, puedes darte un premio o realizar alguna actividad que te resulte gratificante.



Propóntelo de verdad



Si haces algo bueno por ti, también te vendrá bien a lo demás, pero ello no significa que intentes lograr algo para satisfacer las expectativas o deseos ajenos. Si haces algunos por uno de tus padres, por tu pareja u otra persona a la que quieres satisfacer o agradar, puede que se esté limitando o contrariando a tí mismo. Si intentas hacer cosas que no quieres hacer o dejas de lado las que realmente deseas, sólo conseguirás sentirte mal y probablemente fracasar o abandonar.

1 comentario:

Gilberto Melo dijo...

Aaa Me copiaste el tema aunque lo demás es diferente.. en si, hay varias maneras de lograr los propositos de año nuevo, pero lo ideal es que fueramos honestos con nostros mimso y de ahi nos dariamos cuenta enseguia que nos falta...