sábado, 6 de septiembre de 2008

Los pecados capitales


¿Qué hay de malo en la lujuría?

¿No es más que la forma natural de conocer la excitación,
aceptar tus instintos,
y regocijarse de forma natural en los p
laceres de tu cuerpo y mente?







¿Qué hay de malo en el orgullo?


¿No es más qu
e la forma natural de ponerse a uno mismo por encima de la capacidad de otros,
y apreciar auténticamente los logros
personales,
antes que a esos de la media y los ignorantes?








"Me encuentro en un nuevo amanecer,
observando el deambular de Lucifer entre el dulce rocío de la mañana"







¿Qué hay de malo en la envidia?



¿No es natural sentir a veces envidia,
cuando te das cuenta que alguien
tiene mayores posesiones?
¿Qué hay de malo en la codicia?




¿No es más
que la forma natural de buscar riqueza y comodidad,
antes que satisfacer el ansia de la adquisición,
con los pedazos que ya te han sido adjudicados?







¿Qué hay de malo en la gula?



¿No soy lo suficientemente y justificadamente hábil,
para dar rienda suelta de mis placeres individuales,
y decidir por mí mismo que es lo mejor para mí y para mi ser?









¿Qué hay de malo en la ira?



¿No tengo el derecho de desear daño y golpear a otro
s,
especialmente a aquellos,
que han sido injustos y rencorosos conmigo?






¿Qué hay de malo en la pereza?

¿No estoy lo suficientemente capacitado para decidir por mi mismo,
cuando es hora de trabajar, hora de jugar y hora de dormir,
mientras acepte de buena voluntad las consecuencias de mis actos?





Elogio los siete pecados capitales
y prefiero gobernar en el infierno
que servir en el cielo.




... "Pudrete en tú propio infierno, mientras yo disfruto el mío"...


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